2a Corintios 9 (Comentarios)

2ª Epístola de Pablo a los corintios
Nueva Versión Internacional (NVI)

Capítulo 9

1 No hace falta que les escriba acerca de esta ayuda para los santos, 2 porque conozco la buena disposición que ustedes tienen. Esto lo he comentado con orgullo entre los macedonios, diciéndoles que desde el año pasado ustedes los de Acaya estaban preparados para dar. El entusiasmo de ustedes ha servido de estímulo a la mayoría de ellos. 3 Con todo, les envío a estos hermanos para que en este asunto no resulte vano nuestro orgullo por ustedes, sino que estén preparados, como ya he dicho que lo estarían, 4 no sea que algunos macedonios vayan conmigo y los encuentren desprevenidos. En ese caso nosotros —por no decir nada de ustedes— nos avergonzaríamos por haber estado tan seguros. 5 Así que me pareció necesario rogar a estos hermanos que se adelantaran a visitarlos y completaran los preparativos para esa generosa colecta que ustedes habían prometido. Entonces estará lista como una ofrenda generosa, y no como una tacañería. (Aquí el gran maestro de la falacia, Saulo, sembró con mucho cuidado y con mucho disimulo, la corrupción del afán de riquezas, en su colosal iglesia de la gran Babilonia. Es impresionante la forma de manipular Saulo a sus seguidores, que creen que estas epístolas humanas, son “palabras de Dios”. Los seguidores de Saulo son chantajeados, para exprimirlos, por el mismo Saulo. Los lisonjea con palabras hipócritas, zalameras, venenosas, y a su  vez, Saulo amenaza a sus ingenuos seguidores, con estar decepcionado de ellos, si no dan tantos bienes materiales, como él desea obtener de ellos. Y de paso, les insiste Saulo en la importancia que su líder humano, esté muy satisfecho de ellos, con lo que los lleva sutilmente hacia la idolatría a Saulo. El planeta entero ha terminado adorando las palabras de Saulo como palabras de Dios. Por eso Saulo terminó siendo el colosal personaje que es, porque ha programado a todos sus seguidores, de todos los tiempos, para serle como perritos falderos, pendientes de sus vanidades mundanas, como estas minucias, sobre lo mucho que deben dar para la colecta de Saulo, para la vana gloria de Saulo, que nada tienen que ver con las enseñanzas de Jesús. Por ese falso carácter de “palabra de Dios”, dado sin razón a las epístolas de Saulo, en estas frases de Saulo, se dan gusto todos los mercaderes de la fe en Jesús, todos los traficantes, todos los lobos rapaces vestidos con piel  de oveja, que devoran sin piedad a los seguidores del falso profeta, Saulo, según estaba escrito que sucedería de ellos. En este banquete de frases de difícil interpretación correcta, les sirvió Saulo, a los lobos, que diezman el rebaño del cristianismo, en banquete suculento, a todos sus incautos seguidores y lo hizo sin la más mínima misericordia.)

Sembrar con generosidad
6 Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará. 7 Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. 8 Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes. 9 Como está escrito: «Repartió sus bienes entre los pobres; su justicia permanece para siempre.» 10 El que le suple semilla al que siembra también le suplirá pan para que coma, aumentará los cultivos y hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de justicia. 11 Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios. (Supuesta mente es por medio de Saulo que la generosidad de los corintios produce frutos espirituales. Aquí están los planos espirituales, de cómo se hace la más falaz y pérfida manipulación de las almas, para obtener bienes materiales, la que, obviamente, han copiado por siglos, los devoradores del rebaño, los imitadores del gran Saulo. Amenaza Saulo, subrepticiamente, a los corintios, que si no dan bienes abundantes en la colecta de Saulo, entonces Dios los va a castigar con escasez de bienes. De paso intimida a todos los adoradores de su palabra, a través de los siglos. Si no estuviera pidiéndoles bienes materiales, estos consejos humanos serían inofensivos, pero los está empujando a la fuerza, espiritualmente, que vacíen sus bolsillos, para llenar la bolsa del gran Saulo. Cual gran prestidigitador espiritual, les está metiendo las manos a los bolsillos y como los tiene hipnotizados, ni se dan cuenta.)
12 Esta ayuda que es un servicio sagrado no sólo suple las necesidades de los santos sino que también redunda en abundantes acciones de gracias a Dios. 13 En efecto, al recibir esta demostración de servicio, ellos alabarán a Dios por la obediencia con que ustedes acompañan la confesión del evangelio de Cristo, y por su generosa solidaridad con ellos y con todos. 14 Además, en las oraciones de ellos por ustedes, expresarán el afecto que les tienen por la sobreabundante gracia que ustedes han recibido de Dios. 15 ¡Gracias a Dios por su don inefable! (Según Saulo, si dan bienes materiales, confiesan  a Cristo. Nada más lejos del querer de Cristo. Con cuanta facilidad Saulo tergiversa las enseñanzas de Cristo. Que liso. Que gran desfachatado. Aquí se ve la trascendental importancia que cobran las riquezas y los bienes materiales en la enseñanza de Saulo. Entregar las riquezas a los líderes de la iglesia, queda elevado a la categoría de “servicio sagrado”. Aquí están las magistrales falacias, para que los extraviados seguidores del gran Saulo, se olviden de las enseñanzas de Jesús, aquellas sublimes enseñanzas sobre regalar los bienes a los pobres, pero que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha, y sobre no desear los bienes materiales. Quedan las perlas de Jesús, pisoteadas por cerdos, reducidas a nada, en la iglesia de la gran Babilonia, la de las escrituras sagradas del grandioso Saulo. Ninguna de estas epístolas de Saulo sería problema, si no estuvieran adorando las palabras de Saulo, al mismo nivel  de las enseñanzas sagradas de Jesús. Estas epístolas serían bonitas opiniones humanas, pero nada más, y hasta harían bien a algunos, a pesar de los errores humanos que en ellas hay escritos. ¿Pero cuándo y a cuáles insensatos, se les ocurrió elevarlas al trono de Dios? Ha sido sin par, la más burda impostura, que ha tenido que padecer la humanidad, durante dos mil largos años. “La abominable desolación en el lugar que no debe”.)